¡Definitivamente sí!, siempre que tengas interés real por la estética, la atención al cliente y estés dispuesto a seguir aprendiendo. Aquí algunas razones:
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Alta demanda: el cuidado personal masculino sigue creciendo. Hay más hombres invirtiendo en su imagen que nunca antes.
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Posibilidad de emprender: muchos barberos terminan abriendo su propio local o trabajando de forma independiente.
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Comunidad activa: es un ambiente con mucha colaboración, intercambio de conocimientos y oportunidades de networking.
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Creatividad y estilo personal: puedes imprimir tu personalidad en cada corte, en tu marca y en tu espacio.
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